Aunque el título de este post puede tener su coña, no van por ahí los tiros. No vamos a ponernos a tirar por tierra a unos y defender a otros. No es nuestro papel (al menos, en horas de trabajo). Sin más, se trata de equilibrar la imagen elegida para ilustrar lo que estáis leyendo. El ya requetevisto nuevo logo del PP.
El charrán -nooooo, que no es una gaviota…- encerrado en el círculo del PP lleva más de una semana sobrevolando redes y medios de comunicación diversos. Con la rapidez de información ida y venida a diario, casi nos va pareciendo un tema caduco/obsoleto/pasado/caducado (cualquier semejanza de estos adjetivos con la realidad es casual, por cierto -icono de cara amarilla, silbando-). Pero en el sector de la comunicación, la imagen y el diseño gráfico es un asunto que, lamentablemente, no pasa de moda.
Diseñadores gráficos de todo el mundo llevan años, lustros y décadas defendiendo su trabajo, sus capacidades, su experiencia y su formación. Se trata de un sector sorprendentemente incomprendido, aunque su labor se aprecia en cada instante de nuestro día a día. La panorámica en agradables tonos añiles de esa chica a la que saludas en el ascensor, los títulos de crédito de la peli más taquillera del año, la imagen corporativa del restaurante tailandés que acaba de lanzar un superdescuento…
Vamos, que hagan un apaño, entre políticos, para diseñar el cambio de identidad visual del partido político que gobierna un país tiene tela… Sirvan estas líneas, escritas como agencia de comunicación mil veces creadora de logotipos, identidades corporativas, etc, etc, etc, etc, para apoyar a la noble profesión del diseñador gráfico. Colaborador, competencia, empleado y amigo.
Leave A Comment