No queda demasiado lejana la época, en la que acudir al médico era todo un acontecimiento (quienes hemos tenido la suerte de convivir con nuestras abuelas lo entendemos a la perfección). Veían al señor de la bata y el estetoscopio -al que, casi casi, debían rendir pleitesía, por hacerles el favor de curar sus enfermedades- como alguien lejano, que hablaba desde su “púlpito” y que no podían, ni mucho menos, cuestionar. Se podría decir que la comunicación médico-paciente apenas existía y que el “33” era, probablemente, lo único que se atrevían a decir en la consulta.
Pero las cosas cambiaron… Empezamos a ver al médico como una persona normal, que ha adquirido los conocimientos necesarios para sanarnos o aconsejarnos. La comunicación con él pasó a ser bidireccional. El médico hablaba y nosotros le preguntábamos nuestras dudas o le exponíamos nuestras apreciaciones.
Hoy día, con el auge de Internet, la difusión online de la medicina ha abierto un canal nuevo de comunicación médico-paciente. No cabe duda de la gran ventaja del medio. Sin embargo, no siempre se utiliza la Red de la manera más adecuada y el paciente llega a confiar demasiado en la Wikipedia (en el mejor de los casos). El gran espacio que ocupa la “pseudomedicina” en Internet crea un peligroso problema en el entorno médico: consejos sin base científica, informaciones erróneas, autodiagnósticos, compra de medicinas sin prescripción… Un sinfín de despropósitos, a los que, muchas veces, accede una persona que ha solicitado una información médica que, por los grandes plazos de actuación con los que lidia el sector, los recortes sanitarios u otros motivos, no se le ha facilitado adecuadamente.
Con el fin de evitar la incorrecta utilización del entorno online (y las graves repercusiones que esto puede conllevar en la salud de las personas), desde IMAGO, apostamos porque el sector sanitario tome la iniciativa de informar y formar, echando mano de todos los medios a su alcance. Lógicamente, Internet nunca va a suplir una consulta médica. Nunca vamos a dejar de acudir a las clínicas a curar nuestras enfermedades… Pero el entorno médico dispone de medios, que permiten ampliar la información que se ofrece al paciente, ¿por qué no utilizarlos?
Páginas web dinámicas y participativas; redacción de blogs informativos; participación coherente y profesional en redes sociales… Se trata de nuevos medios, que deben tener una presencia esencial en la política de comunicación de médicos y clínicas. Se trata de nuevos medios, a disposición de aquel profesional, que quiera estar en permanente contacto con sus pacientes (potenciales o reales), aportando el factor humano tan importante que incorpora, de hecho, su profesión.
http://blogs.elpais.com/mamas-papas/2011/12/adios-a-los-pediatras-autoritarios.html
A día de hoy, sólo un puñado de profesionales y empresas médicas (hospitales, consultas privadas, etc.) están utilizando, correctamente, estas herramientas. En IMAGO, estamos convencidas de que, cada vez más, van a ser los propios pacientes -con su demanda de información online y trato más personalizado- los que dirijan el rumbo del sector. Por ello, resulta necesario que éste se dé cuenta de la nueva situación/oportunidad y recurra a profesionales de la comunicación, que pueden ayudarle a encontrar el equilibrio, en la relación personal con los pacientes. Un cometido francamente imprescindible en un futuro muy, muy cercano. Un futuro/presente, en el que el “diga 3.0” es ya un hecho.
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